Existen pocas plantas como la de aloe vera, de mantenimiento sencillo, con tantas propiedades medicinales y con un atractivo tan particular. Los cuidados del aloe vera, una de las plantas suculentas más famosas también denominada sábila, son muy sencillos.
Si tienes jardín, balcón, terraza o incluso en interiores no te pierdas esta oportunidad de aprender a cuidar la planta de aloe vera para poder disponer de la misma siempre que la necesites o simplemente para tenerla como adorno.
Como ya hemos remarcado, esta planta puede estar en cualquier lado. Eso sí, hay dos cosas de las que la debes proteger, del frio extremo y del exceso de agua.
Asegúrate que tenga buen drenaje
Ya sea que este plantada en suelo o en maceta. Las raíces del aloe no toleran el contacto continuo y constante con el agua. Entonces si la plantas en suelo verifica que sea un suelo poroso para facilitar el avenamiento.
Cuando la plantes en macetas, controla la porosidad de la tierra, si consideras que no es lo suficientemente porosa puedes mezclar la tierra con un poco de arena, también puedes agregar grava en su base con el fin de conseguir buen drenaje.
Cuida su temperatura
A esta planta le gusta el clima templado-cálido. Ten en cuenta que no soportará temperaturas constantes inferiores a ocho o diez grados, por lo tanto si en tu ciudad los inviernos son fríos, opta por ingresar la planta de aloe al interior del hogar o taparla en caso de que quieras dejarla fuera.
También es importante no dejarlas cerca de radiadores o calefactores ya que tampoco les hace bien.
Luminosidad
En cuanto a la ubicación con respecto a la luz, es conveniente, si esta en el exterior que reciba sol directo, pero no durante todo el día (media sombra). Cuando la planta está ubicada en el interior del hogar, procura que este en una zona luminosa y soleada. Si notas que sus hojas se tornan marrones, deberás moverla, ya que eso significa que la cantidad de sol que recibe es excesiva.
El riego del aloe vera
Uno de los cuidados más delicados del aloe vera es el riego. Si bien no necesita mucha agua deberás tomar precauciones ya que es una planta que puede pudrirse por el exceso de agua. Por ello aclaramos al principio la importancia que tiene para esta planta que tenga buen drenaje. Para saber cuándo debes regar lo ideal es hundir el dedo en la tierra dos o tres centímetros, si sientes la punta del dedo húmeda quiere decir que no debes regar aun. Si está seco es hora de regar.
Cuando el aloe esta plantado en el suelo, el riego durante el invierno es casi nulo y en época veraniega alcanzará con regarla una vez por mes. Si esta plantado en una maceta tendrás que regar un poco más seguido. En invierno podría ser suficiente una vez al mes, dos veces durante los meses de otoño y primavera y una vez semanal durante el verano.
Recuerda de todas maneras, la técnica del dedo para asegurarte que es momento de regar. Cuando riegues, procura hacerlo directamente sobre la tierra y evitar que el agua caiga sobre las hojas.
Si puedes utilizar agua de lluvia en lugar de agua de grifo, mucho mejor.
Propagación
Si quieres tener más plantas de aloe vera en tu hogar o para regalar, puedes hacerlo mediante la multiplicación. Para ello retira un acodo de la planta madre. Eso sí, espera a que los mismos tengan por lo menos unos veinte centímetros de alto, y una vez que alcancen esa altura, puedes cortarlos y plantarlos en otra maceta o en el suelo.
Un último consejo que ya no tiene tanto que ver con los cuidados del aloe vera, sino más bien con su uso. Es conveniente esperar a que la planta tenga por lo menos 3 años, ya que es a partir de este tiempo en que el aloe alcanza su edad adulta y es cuando más se aprovechan todas sus propiedades.
No esperes más, ahora que has visto que los cuidados del aloe vera no son complicados, consigue una de estas maravillosas plantas para tener en tu casa.