¿Oíste alguna vez la frase “directo de la huerta a tu mesa”? Eso es precisamente lo que nos proponemos que consigas con este artículo. Te contamos algunos secretos sobre los cuidados del huerto para que puedas hacer realidad esa frase.
Los cuidados de un huerto son simples, solo debes saber qué hacer y cuándo. Para facilitar la explicación podríamos decir que, a grandes rasgos, es un ciclo con 4 etapas.
Lo primero es preparar la tierra, luego viene la etapa dónde se siembra, en tercer lugar debes custodiar el crecimiento de las hortalizas y por último recolectar. Para que todo marche bien, es necesario realizar cada una de estas 4 labores en la época adecuada para cada variedad.
La huerta y su planificación
Lo primero y más importante es la organización. Seguramente cuentas con un espacio reducido, por lo tanto deberás pensar muy bien cuáles son las verduras y hortalizas que vas a plantar.
Para ello debes tener en cuenta que tamaño tendrán en el momento previo a la recolección. Pero igual de importante es saber cuándo ocurrirá para evitar sembrar productos que deberás cosechar al mismo tiempo.
Lo ideal sería tener distintas verduras y hortalizas con fechas de cosecha diferentes, así, por un lado te aseguras que siempre vas a tener algo para recolectar, y por otro lado no sobrecargas el pequeño espacio con el que cuentas para tu huerta urbana.
Cómo cuidar una huerta casera: El riego
Las frutas, verduras y hortalizas deben recibir agua, la tierra tiene que estar húmeda, pero no encharcada. Si quieres mantener en buen estado tu huerta y realizar un uso racional del agua es necesario que tengas en cuenta las siguientes pautas:
- En el verano o en las épocas de mayor calor nunca debes regar durante el día, ya que por las altas temperaturas la evaporación del agua es mayor. Procura hacerlo al atardecer. Tampoco debes regar sobre la planta directamente.
- En el invierno o en los días más fríos por el contrario, evita regar por las tardes a última hora, ya que bajarás la temperatura de la tierra significativamente, y lo único que conseguirás es que sea más propensa a helarse. Si puedes debes regar en las horas tempranas de la tarde.
- El agua que uses para riego no debe estar ni fría ni caliente, más bien a temperatura ambiente, ya que podría repercutir en la salud de tu huerta. Además siempre que sea posible utiliza agua de lluvia.
- Cuando uses una manguera para el riego no debes permitir que el chorro caiga directo, ya que este tiene mucha fuerza y puede ocasionar daños o roturas de algunas verduras/hortalizas. Utiliza un rociador.
Recuerda que la tierra debe estar húmeda pero no encharcada, aun en los meses de frío.
Abono y rotación de cultivos
Para obtener un cultivo de calidad es necesario que la planta tenga de dónde obtener sus nutrientes. Por ello es importante abonar la tierra, pero además de eso es necesario no volver a cultivar la misma especie de hortaliza en la misma tierra durante más de un ciclo consecutivo. Por más que repongas los nutrientes al suelo, estarías facilitando la reproducción de parásitos.
En cuanto al abono lo mejor es que sea orgánico, si lo haces tú mejor, si no dispones de tiempo o ganas puedes conseguir compost en cualquier vivero.
Nunca olvides rotar el cultivo, de hecho te recomendamos que lo hagas de acuerdo el siguiente criterio: separa la siembra en tres grupos, las crucíferas o brasicáceas (como las coles o el brócoli), las plantas de raíz y el resto de las hortalizas.
Cuando realices una nueva siembra, trata de no volver a sembrar nada del mismo grupo en el mismo espacio. Es decir, si has plantado rábanos en una «parcela» la próxima temporada no deberás plantar coles o nabos ya que pertenecen al mismo grupo, en su lugar debes plantar alguna raíz como la zanahoria o algún tipo de lechuga que son hortalizas de los otros dos grupos.
Cuidados de un huerto casero: Las plagas
No es necesario usar químicos para el control de plagas. En general la huerta urbana, no es de grandes proporciones por lo cual no genera la aparición de las plagas que se presentan en las zonas donde se practica la horticultura industrial, o donde están los grandes cultivos.
Si pueden aparecer insectos y demás invertebrados, y aquí te ofrecemos algunas alternativas muy efectivas para evitarlos:
- Ciertas hierbas aromáticas como la menta, el romero o la albahaca y determinas plantas como las caléndulas, lavanda, geranios o tagetes (cempasúchil) además de usarlas en tu cocina o disfrutar de sus flores actúan como repelentes naturales de insectos. No dudes en hacerles un espacio dentro de tu huerta.
- Durante el invierno debes cavar la tierra, de esta forma aniquilas las larvas que reposan sobre la misma.
- Además si cumples con la rotación o alternancia del cultivo, tal como ya te recomendamos, estarás impidiendo que el bicho cumpla su ciclo vital.
- Debes prestar atención a las larvas o insectos que puedan presentarse esporádicamente en tu huerta.
Poda y tutores
Dentro de la horticultura, se usa la poda para detener el crecimiento del follaje y favorecer el desarrollo de los frutos. También debes ocuparte de eliminar las malas hierbas, malezas o yuyos que rodeen las hortalizas.
En cuanto a los tutores debes saber que muchas hortalizas trepadoras y de tallos, por ejemplo el tomate, van a requerir un sostén. Este puede ser útil para que no hagan contacto con el suelo, para que la planta reciba mejor luz o incluso para airearla.
Los cuidados del huerto son una tarea sencilla si se sabe llevar a cabo, sin contar la satisfacción que produce comer lo que tú mismo has plantado y cuidado. Y si todavía necesitas alguna excusa más, arremángate, ya que trabajar con la tierra y las plantas, o como en este caso cuidar una huerta, es una de las tareas más des estresantes que existen, una excelente forma de quitarte tensión. ¿Te animas a probar?