Aprender sobre los cuidados de la lavanda además de ser una tarea agradable es por sobre todas las cosas, sencilla. La planta de lavanda crece alrededor de toda la región mediterránea, específicamente en terrenos rocosos, secos y bajo pleno sol. Teniendo en cuenta estos últimos datos es que podemos afirmar que los cuidados de la planta de lavanda no son complicados y en cambio son muchos los usos que puedes obtener de este arbusto.
Como seguramente ya sabrás una de las características de esta planta es el aroma que desprende. Pero además de su perfume, podemos disfrutar de su colorida floración que varía desde el blanco, rosa o azul hasta el típico violeta azulado o púrpura que todos conocemos. La planta de lavanda también es medicinal y se usa en muchos casos por sus propiedades relajantes, para mitigar el estrés y disminuir la ansiedad. Es especialmente utilizada en terapias alternativas como la aromaterapia.
Cómo plantar lavanda: pasos básicos
Tal y como hemos mencionado cuidar y cultivar la planta de lavanda no es complicado solo hay que tener en cuenta algunos consejos para que todo resulte como esperamos:
¿En qué lugar plantar la lavanda?
Cuando hablamos de un lugar donde plantar la lavanda no se trata de un sitio en concreto, es en realidad el conjunto de factores que debes considerar para elegirlo correctamente. Las condiciones que se deben cumplir para saber dónde colocar la planta de lavanda son las siguientes:
1 En primer lugar debes saber que algunos ejemplares de este arbusto pueden alcanzar el metro y medio de altura. Por lo tanto tienes que tener en cuenta ese dato a la hora de decidir en qué sitio lo ubicarás.
Tanto por el propio crecimiento de la lavanda como de las plantas que se encuentren cercanas a ella. Si eliges tenerla en una maceta debes elegir una que tenga como mínimo un diámetro entre 30 y 40 cm.
2 Otra consideración importante es la luz que necesita recibir. La planta de lavanda requiere mucha luz solar directa durante varias horas por día. Ya hemos dicho que es originaria de la zona mediterránea, por lo tanto deberás tener en cuenta que debe estar en un clima templado o cálido para que tanto su crecimiento como su desarrollo sean óptimos.
¿Qué suelo necesita la planta de Lavanda?
Este arbusto requiere de un suelo semi arenoso. Si vives en un lugar cuyo clima sea templado es conveniente mezclar por cada tres partes de tierra una de arena. Si en cambio el clima de tu ciudad es más bien cálido, debes cambiar la proporción a tres por dos, es decir cada tres partes de tierra usar dos de arena. Esto además facilitará el drenaje.
Es imprescindible contar con un tipo de suelo que drene bien, ya que la lavanda padece y mucho el estancamiento de agua. Es mejor contar con un suelo seco que húmedo para el bienestar de este arbusto.
Cuidados de la lavanda a la hora de regar
Durante el periodo inicial, desde que plantas los esquejes hasta que se forman las raíces deberás ocuparte que no le falte agua. Fuera de ese periodo no deberás preocuparte por cantidad de agua, recuerda que este arbusto crece en terrenos secos, por lo que puede tolerar muy bien la sequía. Lo que no tolera es el exceso de agua (por eso necesita buen drenaje).
En la época de inactividad de esta planta debes prestar atención, regar más espaciado y en horarios en los cuales le des tiempo a las raíces de no llegar húmedas al caer la noche.
También es importante cuidar la lavanda si esta en maceta y regarla (durante el periodo más cálido) alrededor de una vez cada 7 o 10 días. No olvides regar más espaciado durante la época más fría.
De todas formas lo mejor es dejar secar la tierra antes de volver a regar la planta de lavanda.
La importancia de podar la lavanda
Tanto como para mantener una forma en particular como para estimular el crecimiento y lograr que crezca con más fuerza, la poda de la planta de lavanda es necesaria. Puedes hacerlo antes y después del periodo de crecimiento (primavera y otoño), cuidando de no reducir su tamaño más de un 50%. No te preocupes si luego de podarla su apariencia no es lo esperado, en poco tiempo aparecerán nuevos retoños que le darán a tu planta de lavanda el esplendor que solía tener.
También será necesario encargarse de retirar las flores marchitas y de las ramas secas, rotas o muertas. Presta mucha atención ya que no es lo mismo la poda del arbusto que la cosecha de sus flores.
La planta de lavanda y su abono
Es muy poco recomendable abonar este arbusto. Tal y como ya hemos dicho, no tiene demasiada exigencia para con el suelo, salvo que este tenga buen drenaje. Además si fertilizas de forma errónea corres el riesgo de fomentar el desmesurado crecimiento de hojas quitándole parte del aroma característico a las flores.
Por otro lado, si la lavanda esta plantada en una maceta o el suelo donde se encuentra es demasiado pobre puedes probar utilizando un fertilizante. Eso sí, te recomendamos que lo uses en menor intensidad de la que es indicada por quien lo fabrica, aproximadamente un tercio de lo estipulado.
Multiplicación por semillas o esquejes de lavanda
La multiplicación de la lavanda se puede realizar tanto por semillas como por esquejes. Si lo haces a través de semillas, debes saber que las mismas tardan aproximadamente entre 2 y 6 semanas en germinar. Es conveniente plantarlas en primera instancia en un semillero y cuando ya haya germinado y crecido lo suficiente, trasplantarla. Lo ideal es plantarlas al inicio de la primavera para trasplantarla en el otoño-invierno. Recuerda que si bien la planta de lavanda no precisa demasiada agua, en esta etapa, la de crecimiento es fundamental que reciba bastante.
Si en cambio decides hacerlo por esquejes deberás cortar una rama de unos diez o doce centímetros del arbusto madre una vez que la floración haya terminado. Retira las hojas que se encuentren en lo que será la base (la porción inferior de la rama cortada) y plántala. Si lo haces un una maceta recuerda que la misma debe tener agujeros en la base para que drene el agua, y para asegurarte antes de agregar la tierra agrega una capa de piedras (grava).
Cosecha
Si vas a utilizar las flores de lavanda te recomendamos hacerlo por lo menos después del segundo año en que haya floración. Deberás cortar casi la totalidad de la rama ya que las flores de lavanda se cosechan cuando ya están abiertas.
Si lo que quieres es secarla, es recomendable sacar la flor en aquellos días que no sean demasiados húmedos. Una vez cortadas, deja las flores de lavanda secando a la sombra y cuando estén completamente secas puedes guardarlas en frascos herméticos y usarlas cuando las necesites o desees.
Propiedades de la lavanda
Ya hemos hablado de los cuidados y de cómo plantar lavanda, ahora queremos contarte las propiedades y beneficios de esta magnífica planta para que puedas sacarle el máximo provecho posible, además de disfrutar de sus coloridas flores y de su espectacular fragancia.
5 Propiedades de la lavanda para aprovechar
1 Es un antiséptico y anti inflamatorio natural. El aceite de lavanda extraído del destilado de sus flores se usa para calmar dolores musculares luego de realizar algún deporte. También puede usarse unas gotas de ese aceite para limpiar heridas y prevenir infecciones.
2 Tomar una infusión de flores de lavanda secas sirve para aligerar dolores de los dientes, un simple dolor de cabeza e incluso aquellas afecciones crónicas como la lumbalgia o la migraña.
3 Tiene un efecto somnífero y relajante. Su fragancia al disminuir la presión arterial y bajar la frecuencia cardiaca produce sueño. Puedes optar por tomar un té hecho con flores secas de lavanda, usar un difusor con algunas gotas de su aceite esencial o armar pequeñas bolsitas con tela muselina y rellenarlas con la lavanda seca.
4 Alivia la picazón. Aplicando unas gotas del aceite de lavanda sobre las ronchas verás cómo se reduce la comezón, se desinflama y quita el enrojecimiento. Tan solo espera unos minutos y sentirás la diferencia.
5 Sus propiedades antibacterianas y antivíricas ayudan a combatir los problemas respiratorios como los resfriados, la gripe o bronquitis con una infusión caliente. También se recomienda realizar gárgaras en casos de anginas, laringitis o faringitis.
Ya sea para disfrutar del colorido de sus flores, sentir su aroma o con fines medicinales, tener y cuidar una planta de lavanda no solo es sencillo sino que es altamente recomendable, por todo lo que ya hemos expuesto. Ahora solo queda que te animes y pruebes plantar lavanda en tu casa, y si lo haces anímate a contarnos tu experiencia!
